miércoles, 4 de agosto de 2010

Situación/1

Es domingo a la tarde en un barrio cualquiera del conurbano bonaerense. Llueve como si el fin del mundo estaría cerca. De arriba hacia abajo caen baldazos sobre el asfalto. Tras las rejas de hierro pintadas de verde el vidrio de la ventana proteje su cara del agua. El viento que sopla moviendo cuanto hay a su alcance no llega a dar en su rostro.
Espera, hace tiempo, que vuelva a buscarla. Hace años espera, sentada en la misma silla cada vez que el cielo decide llorar. A quién le pregunta le dice que es una señal.
-El es así, donde va se hace querer. Te imaginás si se vuelve de allá para venirme a ver, Dios y los ángeles lo van a extrañar y llorar, como lo hice yo.

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