sábado, 30 de abril de 2011

Un poco de nada/36

No entendía por qué no podía ser él. Quería quererla como ella a él. No sabía de porqués. Ni tampoco encontraba el cómo hacer. Cuando sentía que estaba cerca y la abrazaba en los sentimientos, escapaba al ver, que la cosa empezaba a comprometer.
Con ella tendida a su lado, con la noche como su única ropa, la observaba y acariciaba. La acompañaba en los sueños, quizás, más que despiertos. Solía hablarle en su oído y decirle las cosas que en el día se guardaba escondidas donde hay que saber buscar para llegar.
Cuando él la miraba ella sonreía. Y entre esas caricias distantes, que tanto bien le hacen al alma, le soltó su dolorosa verdad:
-Me muero por saber quererte más
Como una sabana que te cubre en la noche eterna ella le dio las razones desde donde provenían sus caricias y sonrisas que tanto bien le hacían:
-No creo que puedas quererme más. Tampoco creo merecer demasiado más. Pero se que los fantasmas que hoy te habitan volarán. Y libre de los miedos que de dolores pasados arrastrás, te atreverás a mostrar que querés mucho más. Las lastimaduras del corazón nunca llegan a cicatrizar, apenas algunas nos suelen dejar y se van. Las otras ahí quedan. Está en nosotros dejarlas de escuchar.
Sus ojos se cerraron y su cabeza cayó rendida a su pecho. Sus lágrimas corrieron entre sus pelos. Cuando levantó la cabeza y la volvió a mirar sintió, adentro, que una lastimadura ya no estaba allí. Había otras que quedaban y allí estarían, viviendo con él quizás mucho tiempo más. Mirándola como quién no espera guardar nada más, dejó caer una liberadora verdad:
-Ya te dejé de necesitar. Ahora te empiezo a amar.

Un poco de nada/35

Acompáñame en la noche
que es cuando duele de verdad
y tómate los días
para descansar de mi
de mis miedos
mis dolores y mis penas

Vuelve a encontrarme
cuando el sol se haya posado sobre mis días
y ahí si
no te atrevas
aunque quieras
a soltarme esta vez

domingo, 24 de abril de 2011

Un poco de nada/34

Una vez me dijo, sin siquiera dudarlo, que amor hay uno sólo en la vida. No me dolió tanto que quizás me esté dando a entender que ella ya lo había vivido. En todo caso yo todavía no estaba seguro de querer ser un amor en su vida. Acompañarla en una noche y escuchar sus miedos entre sueños era ya de por si una gloria esperada.
Lo que sí me inquietó y podría decir - por qué no- me molestó, fue su seguridad. Cómo podía ser que tan temprano alguien se hubiera resignado a vivir el amor. O de ya haberlo pobrado, de volver a llenarse de él. Intenté algunos ardiles que hicieran cambiar su parecer. Di razones y hasta sinrazones para que las verdades de hoy sean errores de ayer. Claramente, en ese día, perdí la pelea.
Cuando calla el ruido de las voces en mi cabeza imagino a la persona que ha dejado de buscar el amor o se ha resignado a vivir sin él. Quisiera saber qué la mueve a abrir los ojos cada mañana. Al igual que el tango pienso en el náufrago que no llora, que no reza, que se echó a morir.

Un poco de nada/33

Muchas veces me encuentro perdido donde no debería. Entre lo conocido y cotidiano me parezco extraño. Busco respuestas pero entiendo que es algo que viene de adentro y, como todo lo que desde las profundidades nos acecha sin permisos ni avisos, tiene poca explicación. O por lo menos no lo es rápida.
Caminaba junto a él esa tarde en que decidí con tonta vergüenza contarle mi sensación.
-No se por qué, pero siento que no debería estar acá. Que lo mío está en otra parte que no tiene que ver con lo físico. No se si me explico. Es como que mi cuerpo va de acá para allá sin que nada lo penetre.
Sin siquiera mirarme ni darme indicios de que yo había sido claro en mi confusión me soltó:
-Son los sueños postergados que te nublan la vista. Eso y algunos dolores que nunca resolvemos y que, cuando aparecen, nos llenan los ojos de lágrimas secas. Ver con claridad a través de ellas es cuestión de locos y soñadores.
Caminé varias cuadras hasta volver a hablar.

miércoles, 20 de abril de 2011

Un poco de nada/32

En sus ojos brillaban las lágrimas que nunca dejaba escapar. Convertidas en sonrisas dolían tanto por dentro que en ciertos momentos cortaban la resperación.
Una noche, sentada frente a mi, las dejó escapar. Brotaban como manantial de agua fresca. Las penas, cuando pierden su verguenza y son compartidas, purifican.

Poesía verdadera....

Sólo El Amor


Silvio Rodriguez

Debes amar la arcilla que va en tus manos

Debes amar su arena hasta la locura

Y si no, no la emprendas que será en vano

Sólo el amor alumbra lo que perdura

Sólo el amor convierte en milagro el barro

Sólo el amor alumbra lo que perdura

Sólo el amor convierte en milagro el barro.

Debes amar el tiempo de los intentos

Debes amar la hora que nunca brilla

Y si no, no pretendas tocar los yertos

Sólo el amor engendra la maravilla

Sólo el amor consigue encender lo muerto

Sólo el amor engendra la maravilla

Sólo el amor consigue encender lo muerto.

martes, 19 de abril de 2011

Un poco de nada/31

Lo dejó claro:
-Ya me robé demasiada felicidad. Los dolores venideros me aterrorizan demasaido. Y hay una sola seguridad en esta vida. No se puede vivir con miedo.
Nunca había ganado demasiada plata. Apenas si tuvo un puesto importante alguna vez, pero renunció cuando le pidieron que despidiera a un amigo. Había vagado por muchas camas pero no dudó ni un minuto el día que la vio. Tan sólo unos meses después le pidió su mano en el portal de la puerta de la facultad, sin estrépitos ni pompas, pero con tanta seguridad que no le dejó posibilidades. Jugó, apostó. Ganó y perdió. Lloró delante de todos sus amigos. Vivió y regaló vida en cada esquina de la vida. No dejó un sólo día de ver a sus hijos.Cuando le preguntaban su hobby en las entrevistas siempre escribía lo mismo: "colecciono amistades". En cada bar del barrio tenía una silla guardada.
Recostado en la cama los mira. Todos, absolutamente todos, sonríen al mismo tiempo. Él, con la misma sonrisa, cierra los ojos. Y se va, entregando una última sonrisa, para que no nos olvidemos nunca de reír.

Un poco de nada/30

Viene y se va. Como el sol o la luna. Ingresa a mi vida y se me escapa como arena entre los dedos cada vez que intento retenerla.
En la noche oscura y serena, ruidosa afuera y silenciosa adenro, la espero. Hoy vendrá a visitarme y volverá a abandonarme, dejándome el amor contenido. Pero sé que con el corazón repleto de nostalgia me enseñará nuevamente a seguir amando.

Un poco de nada/29

Apoyado sólo en los recuerdos de aquellos buenos tiempos me siento a mirar el agua. Intento, aunque pocas veces lo logro, refugiarme en ella. En su serenidad, en su paz, en su calma. Mi cuerpo se deja llevar y parece moverse al ritmo del agua que golpea, tranquila, la orilla. Por dentro la revolución sigue sus caminos indescifrables.
Recuerdo esa noche, perdido en dolores y explicaciones inencontrables, la frase que ayudó a que me entendiera, aunque sea para no seguir matándome.
-Para gente como nosotros, los sentimientos son un laberinto al que nos llevan cuando quieren. No te esfuerces por dominarlos o entenderlos, esa es una batalla perdida. Procura, por ahora, no sufrirlos. Y encontrarás en ellos muchas más sonrisas que lágrimas, aunque estás últimas parezcan llevarse una parte de vos en cada gota.

lunes, 18 de abril de 2011

Un poco de nada/28

Sentado habla con quién no duerme, no come, no habla, no siente y, lo peor de todo, no sueña. No hace nada de eso pero escucha. Y escucha bien. A él le cuenta sus desaventuras, sus caídas y sus dolores. También le habla de aquel niño que le alcanzó esa pelota que ahora lo acompaña a todos lados.
-Fue el otro día en la plaza, vos estabas? Su mamá lo vio, lo llamó y se lo llevó. No se si se la olvidó, pero yo no lo iba a correr para devolvérsela. Eso si, no sabés el golazo que le metí de penal.
Olvidado de todos y por todos, Pedro pasa los días caminando por las calles buscando travesuras y entre ellas algo que calle un rato al estómago. Cuando el sol se va y la gente desaparece, luisito lo viene a visitar. El que nadie más ve lo acompaña hasta que el sueño lo encuentra, en cualquier esquina. Y allí se nace Pedro, el futbolísta que gana millones, que nunca erró un penal y que cuando no alegra gentes en los estadio reparte panes, en las mismas calles donde en su otra vida los pide.

domingo, 17 de abril de 2011

Un poco de nada/27

Quise negarme a lo que sentía. Quise callar lo incallable. Quise silenciar todos los ruidos. Como siempre quise quedarme ciego para no ver. Serena, me obligaste a ver.

Un poco de nada/26

Esa mañana me levanté temprano. Más que de costumbre. No por un despertador. No porque alguien hubiera hecho algo para que mi sueño terminara. Simplemente abrí los ojos y sentí el calor del día golpearme. Hice lo de siempre, nada raro. Necesitaba dormir más, mucho más. Pero sabía que, aunque lo intentara no podría. Todo era silencio a mi alrededor.
Bien adentro mío, muy cerca de donde escondemos nuestros miedos, un ruido empezó a sonar. Ahora es tiempo, momento, de empezar a escuchar.

viernes, 15 de abril de 2011

Volver a pasar por el corazón

Por el origen de la palabra, recordar significa "volver a pasar por el corazón". No es sólo tener algo en la memoria, tenerlo presente. Es volver a sentirlo. Volver a amarlo, volver a odiarlo.
Muchas veces he escuchado a gente decirme que tal o cual cosa le recuerda a alguien o algo. y entonces, yo me preguntaba qué se sentiría ver al asesino de tus padres, tus amigos, tus compañeros, en televisión hablando en un programa o al frente de un distrito.
Por suerte hoy, dejaremos de ver a Patti en público. Por suerte hoy, no volveremos a pasar ese odio, esa muerte por el corazón.

domingo, 3 de abril de 2011

viernes, 1 de abril de 2011

¡JUSTICIA!

En sintonía con la entrada anterior me animo, tímidamente, a buscar estas palabras en mi. Nacidas, como todo, de algún lado. Nada, ni siquiera eso más bobo que podemos decir viene de la nada. Todo tiene origen en aquello que nos fue formando.
Cuando encuentro noticias como las que me encontré hoy, que no sigo, no busco. Que me llegan con la misma cotidianeidad casual que un bombardeo a 10.000km de mi casa; o una ola gigante que arrasa un país, que es más que un límite. Es gente, es sentimientos, amistades, amores, hijos, padres, enemigos. La ola no se lleva una geografía, se lleva vida.
Volviendo a la novedad que sirvió de disparo para esta nada es que quiero, si puedo, expresar el sentir que me llega. Hace unos días me salieron palabras sobre lo que no siento. Sobre los desaparecidos. Su significancia. Su imagen en la nada, en el olvido. Y hoy, al ver que los que sembraron ese miedo, ese horror, ese desprecio por la vida, están pagando, más temprano que tarde, porque para esto no hay fechas, tiempo, el cuerpo tuvo, en su todo, un instante de regocijo.
Pensé en quiénes nunca bajaron los brazos. En aquellos que mantuvieron, a pesar de todo y de todos, la imagen de sus seres queridos presentes. Que los rescataron del olvido, de la desmemorio. Pensé en ellos, en su alegría, en lo que les debería estar pasando por dentro sintiendo que eso que parecía sólo una utopía se hizo carne. Pero no pude dejar de pensar en que, a pesar de las buenas noticias, volvía el dolor. Pensé en ellos, y pensé en una frase de José Martí, héroe de la independencia cubana:

"Mientras la justicia no esté conseguida, se pelea"