jueves, 14 de junio de 2012

Un poco de nada/89

Lo intentó todo, todo lo que pudo imaginarse y le dijeron para sacarla de su cabeza. Viajó de estado en estado. Lloró y río en cantidades iguales. Buscó por todos lados el remplazo a esa caricia que lo perdía en un mar de dudas, que lo obligaba a sentirse vivo a cada paso. Revolvió el cajón de los recuerdos para interponer otros más viejos a este tan reciente. Porque después de ella no hubo nada. Sólo pasiones frías, alegrías fugases y desaciertos constanes. Busco y buscó. Pero no encontró. En ninguna caricia encontró la paz. Se olvidó de como era sentirse vivo. Y ahí anda todavía, de mano en mano, de cuerpo en cuerpo, aunque a veces, por lo menos, ya no se acuerda lo que busca.

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