lunes, 23 de enero de 2012

Un poco de nada/74

Por las noches, en cada una de ellas, la viene a visitar. Allí le cuenta todo tipo de historias y vivencias. De chico y de grande. Le relata aquella vez que se escapó de la casa para ir a la cancha. Le habla de esa chica que lo tiene loco. Del trabajo. Del estudio. Conversan largo y tendido, en distintos lugares, en diferentes escenarios que van cambiando a lo largo de la noche. Ella sonríe. En el sueño y en la cama. Por la mañana, con los primeros soles ella se resiste al despertar. Estira el sueño todo lo que puede. Intenta no abrir los ojos para no perder su imagen. Cuando ya no tiene alternativa se levanta. Y allí camina las horas del día hasta volver a encontrarse con él. Esa noche le contará que como cada vez, invirtió cada minuto de su vida a no dejarlo en el olvido. En las marchas camina con su foto. A donde va, lleva su recuerdo y su reclamo de justicia. Su dolor, el de muchos, se ha convertido en acción. Su recuerdo, triste y profundo, se ha hecho carne en quienes quedaron acá. En su andar, están los sueños de él. No dejará que lo olviden, simplemente porque ella no puede.  

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