miércoles, 4 de enero de 2012
Un poco de nada/65
Caminaba junto a ella a diario. La soñaba en las noches y la pensaba en los días. En cada comida, en cada esquina, en cada salida, en cada charla, en cada minuto ella lo acompañaba. Aunque no estuviera. Aunque a su lado no la pudieran ver, él la sentía. Un día, sin más, miró a su lado y no la encontró. Ella se había ido. Sin avisarle, le contó que en verdad nunca estuvo. Y todo se vació. Y todo se oscureció. Todo perdió su sentido, la comida ya no tenía gusto. Y en eso anda, tratando de encontrarle la vuelta para que no todo esté tan vacío.
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