lunes, 27 de septiembre de 2010

Un poco de nada/11

Hacia afuera no paraba de regalar cumplidos y alegrías. Preocupaciones y atenciones. Todo era poco para él cuando se trataba de dar, entregar a los demás. Por dentro, sus dolores e inseguridades crecían a paso agigantado. Buscó donde dejarlos reposar.
De tanto en tanto los olvidaba y día a día los recordaba y sufría. Comieron todo lo que pudieron de él. En el silencio ruidoso de la noche y la calle los escucha aparecer y ahí, en ese instante, vuelve a dejarse vencer.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Buenas nuevas

Lenta y no siempre completa, la justicia llega a quiénes la buscan. Muchas veces he dicho esto en este espacio. Por suerte con mucha más frecuencia que en épocas pasadas.


El diablo vestido de santo defendido por el poder y personajes grotescos fue sentenciado a 15 años de prisión. Algunos de los que las hacen, las pagan.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-153259-2010-09-16.html


 
Las incansables abuelas han recuperado una identidad más. Ya son 102. Quedan muchos otros sin saber quiénes son.
En este caso, al igual que con los hijos de Noble, el nieto se había negado a la prueba de ADN. La justicia, esta vez ciega -quizás por tratarse de un don nadie-, pudo ordenar la medida para que se haga el análisis mediante ropa no adulterada.
Quizás algún día -no nosotros pero si nuestros hijos o nietos- se pueda decir decir labor cumplida, todos los nietos han sido recuperados. Que maravilloso ese día.

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-153472-2010-09-20.html

domingo, 19 de septiembre de 2010

Sin palabras...

Hay momentos donde no nos nace nada nuevo y el saber esperar, mientras se sigue viviendo, es la mejor forma de que las palabras aparezcan. Para no dejar este espacio sin renovaciones dejo esta canción que además de increíble describe algo, si no todo, de lo que anda pasando.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Buscandote...

...perdí el tiempo que no tenía. Al encontrarte, supe recuperarlo.

Un poco de nada/10

La miró sin entenderla. Preguntándose, desde lo más profundo de su entendimiento, por qué le estaba diciendo esto que él no quería escuchar.
Ella, su madre, le había sido sincera de toda sinceridad:
- Con papá decidimos pedirte un nuevo hermanito...
Sin pestañar siquiera, con sus seis años cargados de emociones, él también estalló en sinceridad:
- ¿Qué, podían elegir? ¿Y para que pidieron otro?

La bella señora...

Cada tanto nos traiciona y nos juega una de esas pasadas imperdonables. Una trampa del destino. ¿Cuándo nos iremos? ¿Cómo? Qué consuelo hay para los que se quedan sin ese que no puede faltar.
Hoy tenía que llover, no podía ser de otra manera. El dolor, que no es mío, se hace propio por el miedo de tener que vivir eso que otros duelen y lloran hoy.
Esperemos esta señora se duerma una siesta por un tiempo y no nos vuelva a traicionar....

jueves, 9 de septiembre de 2010

Un poco de nada/9

Se acercó impasiente, tembloroso. Me miró como quién enfrenta al juez que sentenciará su destino para siempre. Sus ojos se cristalizaban de tal modo que uno podía verse en ellos. Su mirada, en cambio, era esquiva y distante. Transmitía preocupación por todos sus poros, y de esas que aprietan el alma, secándola. Algo lo aquejaba, y mucho.
No recuerdo si me saludó. Sus labios se movieron pero parecieron emular un sonido que nunca existió. Su cuerpo entero, al igual que su rostro, parecía desarmarse con el paso de los segundos. Como quién ya está apunto de quedarse sin voz se inclinó para que su boca se arrimara a mi oído izquierdo. Entre tembladeras me soltó aquello que ya no lo dejaba vivir:

- No puedo dejar de soñarla, ni aún despierto.

martes, 7 de septiembre de 2010

lunes, 6 de septiembre de 2010

Algo breve de realidad


Ultimamente ando, por elección, bastante fuera del raíd político e informativo. Esto no es estar ajeno pero si no tan empapado de realidad. Me encontré, en uno de esos vistazos rápidos a los medios informativos con la foto que acompaña este breve texto.
Recordé entonces haber visto a Eduardo Feinman increpar a los alumnos de los colegios tomados con el latiguillo que ellos debían estudiar y no tomar colegios. Lo uní con el texto del cartel que sostiene la chica de la imagen.
Ojalá pronto veamos una conciencia social tan grande como la de estos chicos en los adultos responsables. Y salga publicado en un matutino de gran circulación otra foto. Un mayor, que ya estudió y debe ser un actor social importante, sosteniendo otro cartel con una leyenda similar, con unos mínimos cambios:

Feinman, vos me tomás el pelo, yo te tomo el canal.

Un poco de nada/7

Se encontró hablándole una vez más. Como tantas otras. En cualquier lugar. En donde sea. El baño, la cama, el subte, la oficina. No hacía falta que sea domingo, martes o jueves. Cualquier momento podía encontrarla conversando con él. De todo y de nada. Le explicaba. Le daba las razones. Le pedía consejos.

Miró hacia donde todo se termina. El celeste que es todo y es nada. Ese cielo tan hermoso y tan maldito. Que da vida y la quita. Que embellece y entristece. Casi sin voz, con las cuerdas vocales cortándose de tanto gritar para adentro alzó su grito mudo:

-Esto si no te lo entenderé. Esto no debe ser.

Poco antes sus manos habían soltado las de él. Las de quién de ella había nacido.

Un poco de nada/6

Sintió un escalofrío de golpe. Nada de absoluta nada había cambiado. Todo seguía igual. A su alrededor los mismos nadies diarios estaban en lo suyo. Su computadora en la misma pantalla y sus manos, inertes, en la misma posición frente al teclado.

Lejos de allí, mucho más de lo inimaginable, ellos veían como el sueño se les esfumaba. El de ser. El de pertenecer. El de tener raíces reconocibles.

El, sin quererlo, sentía cada una de las bombas que rompían ese pedazo de tierra donde sus abuelos habían criado a su padre.

Declaración de principios/17

Si ya fue puesta, disculpen la molestia.

"En la punta del amor viaja el amigo
en la punta más aguda que hay que ver
esa punta que lo mismo cava en tierra
que en las ruinas que en un rastro de mujer"

"El que tenga una canción tendrá tormenta
el que tenga compañía soledad
el que siga buen camino tendrá sillas
peligrosas que lo inviten a parar
pero vale la canción buena tormenta
y la compañía soledad
siempre vale la agonía de la vida
aunque se llene de sillas la verdad"

Silvio Rodriguez
- Historia de la silla

Un poco de nada/5

Siempre le costó tomar esas decisiones que parecían impopulares en su círculo. El que dirán de aquellos que no siempre la querían bien le daba razones para claudicar. La piedra, que la ataba, rodó por los aires cuando menos lo esperaba.
Y así nos pasa, a diario, de a tantos. Eso que nos paraliza, que nos retiene donde no queremos ser, estar, estalla. Con ruido o silenciosa. Pero se quiebra en su ser y nos abre la oportunidad de salir de allí. De ser nosotros. De ser yo.
Filosofía errante la de inventarnos, nosotros mismos, nuevas piedras. Esta vez no. No fue una más. A tiempo y a destiempo, una mano la sacó de allí. Ella, por suerte, esta vez se aferró al puño correcto y empezó a volar. Esperando, ahora si, no volver a parar.

viernes, 3 de septiembre de 2010