"Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino" - Amores imposibles - Ismael Serrano.
Soñó algunas viejas historias que se le caían encima, como tempestades que vuelven con el viento, a azotar otra vez más la misma ciudad. Esta vez, el trueno no lo sorprendió a la deriva. Curado de llantos, escapó del laberinto de pensamientos. El sol volvió a salir, más temprano que de costumbre, pero no volvió a brillar como contigo.
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