martes, 14 de junio de 2011

Un poco de nada/39

el cielo esta tendido
y el infierno servido
y una vez más amor
salvas mi vida,
bésame justo antes por favor
de que mis ojos se cierren al final
” – Indio Solari  -No es Dios todo lo que reluce-

Recuerdo aquel día en que todo terminó. No por obra del engaño, no por obra del error, no por obra del dolor.  Simplemente, la historia terminó. “La vita e finita”, rezaba un triste personaje sorianesco en Una sombra ya pronto serás. Es que si, un  día, sin quererlo, te das cuenta que lo eterno no es tal cosa, que no existe ese termino porque simplemente no existe la eternidad. Y entonces qué hacer. Y entonces qué decir. En la despedida. En el final. En el triste y siempre largo adiós, sentenció.
-Recordá lo vivido, que justificará estos dolores. Con que uno recuerde lo feliz que supimos ser, lo que pasó será inmortal. Si lo dejamos ganar por el triste accionar del olvido, morirá, junto con lo que ahora estamos matando.
Y allí voy, testigo de lo que fui. Viviente de lo que soy. Para que no muera lo que mi cuerpo y su memoria atesoran. Para que me deje vivir y sentir, lo que ya no es.

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