jueves, 3 de febrero de 2011

Un poco de nada/12

A vec es no logramos distinguir lo que nos hace tan pequeños ante todo. Una fuerza que no conocemos nos voltea. Nos deja sobre la cuerda, tensada al máximo, haciendo equilibrio sobre ella para no caer al vacío. El mundo, el que nos toca a cada uno, parece caerse al otro lado de la ventana mientras desde adentro observamos atónitos como nada de lo que queremos nos sale.


Ante eso, alguna vez, recibí un consejo. Cuando llueve deja el paraguas y sal a mojarte, empápate de las cosas malas de la vida y vuelve a entrar al refugio, sabiendo que ya no te podrá volver a mojar.

Allí entendí eso de que lo que no te mata te fortalece. El sol nos secará las heridas. La luna nos dará la suficiente luz para nunca quedar a oscuras. Y cuando ellos no estén serán nuestros amores, nuestras pasiones, los corazones que nos rodean quiénes nos encandilarán el camino para no perdernos.

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