sábado, 30 de octubre de 2010

Reflexión (parte 2)

Hoy en Argentina se reviven viejos rencores y odios que estuvieron dormidos durante un tiempo. En parte por el dolor y las ganas de lo que no se quiere volver a vivir. Ese deseo de muchos de dejar el pasado triste atrás hizo que por varias décadas solo unos locos pidieran memoria y justicia sin ser escuchados. El menemato y su fiesta taparon lo latente, lo dormido que no muere, aunque parezca. Ese dolor hace un tiempo volvió a la agenda, a lo diario, y con él volvió el odio que lo generó. Ese odio que festeja el cáncer, que aborrece la vida, que brinda por la muerte.

Un odio clasista y racista, en el que se puede caer por convicción u omisión (desconocimiento) Ambas razones son igual de peligrosas.

Con la “muerte” de Néstor – a secas, como un conocido, como lo llamó quién me dio la triste noticia- volvieron los fantasmas que se mantuvieron bajo la alfombra durante tantos años. Volvieron las langostas que no quieren dejar nada vivo tras su paso.

Con la “vida” de Néstor volvieron muchas otras cosas. Volvió la esperanza, volvió la política, volvió la discusión, volvieron las voces, volvieron las plazas llenas, volvió la calle, volvieron las locas de la plaza. La de mayo volvió a ser punto de encuentro también para celebrar, además de resistir. Volvió la MEMORIA, volvió la JUSTICIA. Palabras perdidas. Olvidadas. Ninguneadas. Volvió SUDAMERICA. Volvió el orgullo de decir YO PIENSO.

Siempre sostengo y repito algo que creo escuché decir a mi viejo. A las personas se las mide por la calidad de sus amigos y el tamaño de sus enemigos, más que por algún acto puntual. Que puedo pensar entonces de alguien a quién vitorean y defienden las personas que admiro y me sensibilizan; y odian y critican esos que aborrezco. Alguien a quién de todos lados defiende. Extrañan y lloran. Uno ingresa a cualquier página de internet donde haya videos o imágenes y los saludos se replican por toda Sudamérica.

Me guardo y me quedo con la imagen de la Plaza de Mayo dos días seguidos llena. Con la cola interminable para entrar. Con la gente espontánea y convocada. Sea como sea. Me quedo con la gente. Con las lágrimas que vi dejar caer. Con la esperanza que vi nacer. Con la inquietud de todos por saber. Con las ganas de creer. Con las consignas sociales otra vez al frente.

Me quedo con Sudamérica unida en un abrazo de mandatarios. Me quedo con la foto del Che y no de Roca en la Rosada.

Me quedo con el respeto a la muerte.

Me quedo con la frase que alguien dejó en la puerta de la legislatura porteña:

“Ni lo intenten”

2 comentarios:

  1. Yo me quedo con esto... la tranquilidad de haberme encontrado con mucha gente que piensa y siente como nostoros.

    El otro día me dijeron: "Cristina nos gobierna con amor". Y me emocionó pensar en el amor como una posibilidad en un país que amo y que han manoseado y del que han abusado tantas veces.
    Con estas cosas de la tecnología uno se encuentra con gente que enarbola la bandera de "macri 2011" y no se detiene a pensar qué pasaría si la multinacional en la que trabaja decide prescindir de ellas/os y necesitan recurrir al servicio público de salud y educación.

    Pero claro, cada vez que pienso eso recuerdo que es la misma gente que reclama que vuelvan los militares, estuvo en contra de la ley de matrimonio gay y, sin ir más lejos, no tiene ni la más mínima idea respecto a de qué lo va la vida.

    Pero estoy tranquila. Porque esas boludeces las festejan cada vez menos y cada vez más me encuentro con un "me gusta" cuando intento, desde mi humilde lugar, apoyar a Cristina.

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  2. "Sólo el amor engendra la maravilla
    Sólo el amor consigue encender lo muerto" -S. Rodriguez

    Es bueno eso de nos gobierna desde el amor. De no ser verdad, es una hermosa mentira piadosa.

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